Decidir tener un nuevo perro en el hogar cuando
ya tenemos otro de más edad requiere cierta planificación
previa. Muchas familias quieren tener una segunda mascota canina, pero
no saben bien cuándo es el mejor momento para introducirla en
la rutina diaria. Lo más recomendable, según los especialistas
es adquirir el segundo perro cuando el primero que entró en la
casa esté completamente familiarizado con su forma de vida.
Es por ello que, si decides tener un segundo perro cuando el que tienes
en casa es menor de un año, seguramente se te presenten varios
inconvenientes. Es cierto que se harán buenos compañeros,
pero también será más difícil su educación
porque estarán muy pendientes de su dueño. En este sentido,
tendrás que prestar dedicación por partida doble: educación
básica a los dos ejemplares, enseñarles dónde comer,
dormir y hacer sus necesidades, etc
Si por el contrario tu primer perro
es adulto y está educado, será él mismo quien le
mostrará al nuevo las reglas y costumbres de la casa, así
como los lugares permitidos y dónde hacer cada cosa. Sin embargo
existe otro problema con el sexo de tus animales de compañía.
Si tienes un macho y te decides por otro, puedes tener problemas de ‘dominancia’
en casa. Los dos querrán ser el que mande entre ellos y marcar
su territorio, lo que puede desencadenar más de una pelea.
Con dos hembras puede pasar exactamente lo mismo, con el añadido
de que son más posesivas con sus pertenencias, sus lugares e, incluso,
con su dueño. Lo ideal es tener dos perros de diferente sexo. El
único inconveniente en este caso sería que tu perra pudiese
quedar preñada y tú no estés dispuesto a aumentar
la familia. Antes de cometer un terrible error abandonando la camada,
piensa en una solución mucho más sencilla y menos terrible;
lo solucionarás separándolos en el momento del celo, o bien
esterilizando a uno de ellos.
Otro factor a tener en cuenta es el
tamaño y el carácter de nuestro perro y del nuevo que tendremos.
Si tu can es grande y tranquilo, introducir uno de menor alzada y más
nervioso no le causará problemas, pero dos ejemplares de importantes
dimensiones pueden traer complicaciones, y más todavía si
ambos son inquietos. Dos perros pequeños resulta una buena combinación.
En cualquier caso siempre es bueno que tu mascota tenga otra de su misma
especie con quien compartir su tiempo. Demandará menos de ti y
se sentirá más feliz de tener un compañero con quien
entretenerse cuando tu no estés en casa. Ante la duda, consulta
a tu veterinario, pues él te orientará hacia la mejor opción.
¿Como
presentar su nuevo perro a su perro residente?
Desde el líder de la manada
hasta "el perro número uno", muchas metáforas
simplistas vienen del mundo canino. Sin embargo, las relaciones entre
caninos pueden ser bastante complejas, comenzando con su primera reunión.
Al igual que la mayoría de los animales que viven en grupos, los
perros establecen su propia estructura social, llamada a veces jerarquía
de dominación. Esta jerarquía de dominación actúa
para mantener el orden, reducir conflictos y promover la colaboración
entre los miembros de la manada. Los perros también establecen
territorios, los cuales pueden defender contra intrusos o rivales. Obviamente,
la naturaleza social y territorial de los perros afecta su comportamiento
cuando se introduce un nuevo perro al hogar.
Elija un lugar neutral
Presente los perros en un lugar neutral para que su perro residente sea
menos propenso a considerar al recién llegado como un intruso territorial.
Una persona distinta debe manejar cada perro. Con ambos perros en correas,
comience las presentaciones en un área con la que ninguno esté
familiarizado, tal como un parque o jardín de un vecino. Si camina
a su perro residente frecuentemente en un parque cercano, el podrá
considerar que esa área es su territorio también, de manera
que debe elegir un lugar menos conocido. Si está adoptando a su
perro de un refugio de animales, podría incluso llevar a su perro
residente al refugio local y presentarlos ahí.
Desde la primera reunión, ayude
a que ambos perros experimenten "cosas buenas" cuando cada cual
esté en presencia del otro. Deje que se huelan brevemente, algo
que es comportamiento normal cuando los caninos se saludan. Mientras ellos
hacen eso, hábleles en un tono de voz contento y amigable. No use
nunca un tono amenazante. (Sin embargo, no permita que se investiguen
y huelan demasiado, ya que eso podría intensificarse y convertirse
en una respuesta agresiva.) Después de poco tiempo, consiga la
atención de ambos perros y déles una golosina a cambio de
que obedezcan un comando simple, tal como "siéntate"
o "quédate". Lleve a los perros a hacer una caminata
y deje que se huelen e investiguen a intervalos. Continúe usando
"palabras felices", premios de comida y comandos simples.
Una postura corporal que indica que
las cosas van bien es un "juego-saludo ". Un perro se agacha
con las patas delanteras en el suelo y el trasero en el aire. Es una invitación
para jugar y una postura que normalmente provoca un comportamiento amigable
del otro perro. Observe con atención cualquier postura corporal
que indique una respuesta agresiva, incluso pelo erizado en la espalda
de un perro, enseñar los dientes, gruñidos fuertes, caminar
con patas tiesas o una mirada fija prolongada. Si observa estas posturas,
interrumpa la interacción inmediatamente haciendo, de forma calmada,
que cada perro se interese en otra cosa. Por ejemplo, ambos manipuladores
pueden llamar a sus perros para que vengan, pueden hacer que se sienten
o acuesten y pueden premiar a cada uno con una golosina. El interés
de los perros en las golosinas debe impedir que la situación se
intensifique y se convierta en agresión. Trate de dejar que los
perros vuelvan a interactuar, pero, esta vez, por un periodo de tiempo
más corto y/o con mayor distancia entre los perros.
Cuando los perros parezcan estar tolerando
sus presencias sin respuestas temerosas o agresivas y se hayan acabado
los comportamientos de saludos investigadores, usted puede llevarlos a
casa. El que decida llevarlos o no en el mismo vehículo dependerá
de su tamaño, qué tan bien toleran andar en el automóvil,
qué tan libre de problemas fue la presentación inicial y
cuántos perros participan.
Si tiene más de un perro residente
en la casa, es mejor presentar los perros residentes al nuevo perro, uno
a la vez. Es posible que dos o más perros residentes tiendan a
combinarse contra el recién llegado.
Apoye al perro número uno
Es importante apoyar al perro dominante en su casa, incluso si resulta
ser el recién llegado. Por ejemplo, esto quiere decir permitir
que el perro dominante reclame como suyo un lugar de dormir favorito o
que tenga acceso a un juguete deseable. Tratar de imponer su preferencia
sobre cuál perro debe ser dominante puede confundir a los perros
y crear mayores problemas.
Normalmente, los cachorros molestan
a los perros adultos sin merced. Antes de la edad de los cuatro meses,
los cachorros no pueden reconocer las posturas corporales sutiles de los
perros adultos indicando que ya han tolerado lo suficiente. Los perros
adultos bien socializados con buenos temperamentos pueden establecer límites
con los cachorros con un gruñido o rugido de advertencia. Estos
comportamientos son normales y se deben permitir. Los perros adultos que
no están bien socializados o que tienen un historial de pelear
con otros perros pueden intentar establecer límites con comportamientos
más agresivos, tales como morder, lo que podría lesionar
al cachorro. Por este motivo, no se debe dejar a un cachorro solo con
un perro adulto hasta que usted confíe lo suficiente en que el
cachorro no corre peligro. Asegúrese de darle al perro adulto cierto
tiempo tranquilo alejado del cachorro y, además, cierta cantidad
de atención individual adicional.
Si las presentaciones no van bien,
consulte inmediatamente con un especialista profesional en el comportamiento
de animales. Los perros pueden quedar severamente lesionados en peleas
y, cuanto más tiempo continúa el problema, más difícil
será resolverlo. El castigo no será eficaz y podría
empeorar las cosas. Afortunadamente, la mayoría de los conflictos
entre perros de la misma familia se pueden resolver con guía profesional.